La estructura interna del Sol vista por la Heliosismología

Estudios realizados por la sonda SOHO ya hace cerca de 10 años, demuestran que utilizando las técnicas heliosismológicas podemos analizar el interior solar al estilo de como lo hacen los geólogos en la Tierra. Estos, utilizan las ondas sísmicas y sus repercusiones en el interior terrestre para descubrir y estudiar las distintas capas de nuestro planeta.
El advenimiento en los 80 de la heliosismología y su gran avance con redes mundiales de observatorios como el GONG comenzó a permitir utilizar técnicas similares aplicadas a nuestra estrella cercana y a otras estrellas vecinas tambien (Astrosismología).

Lecturas heliosismicas acerca de la velocidad de los  regimenes de rotación en el interior del sol demuestran la existencia de una región donde cambia abruptamente.   

Tomado del artículo "Large-Scale Dynamics of the Convection Zone and Tachocline" Mark S Miesch HAO.

Uno de los descubrimientos más interesantes para nosotros, adeptos al modelo estandar del Sol, es el de una región entre la zona radiactiva y la convectiva conocida como Tachoclina.
Está región de unos 20.000 a 50.000 km de espesor según estudios recientes y a una profundidad de 135.000 Km es una capa donde se produce la transición entre las dos zonas.
La región se la considera una zona de corte o cizalladura de las velocidades de rotación y por ende de la forma de circulación del plasma. La zona se hace evidente cuando medimos las velocidades de rotación de las regiones internas del Sol mostrando que por debajo de la misma el sol pasa a uniformizar la rotación como si fuera un cuerpo rígido mientras que por arriba, según la latitud heliofísica se producen varias corrientes del plasma con velocidades distintas como vemos en la gráfica.
Aún más significativo es el hecho que los modelos de dínamo solar hoy basan la generación del campo magnético en esta capa para poder sustentar los tiempos de desplazamiento y vida de los campos que afloran hacia la superficie.